Hola a todas,
Hoy quiero hablaros del flujo vaginal. No es la primera vez que una paciente llega a mi consulta, sobre todo las más jovencitas, y cuando les hago el cuestionario previo y les pregunto cómo es su flujo, no saben ni que contestar, porque no saben a qué me refiero.
Esto me ha llevado a escribir esta entrada, porque si bien el flujo es algo normal, es decir, debe existir para un correcto funcionamiento, sí que es cierto, que hay algunos indicadores y cambios que pueden ser un signo de problemas ginecológicos, especialmente de tipo infeccioso.
Por eso, para tratar de entender qué es el flujo vaginal, cuál es su función y qué cambios son normales y cuándo deberíamos visitar al médico, aquí va esta entrada de hoy, en la que intentaré explicar por qué el flujo vaginal no es siempre igual y cuando hay que verlo como una señal de alarma.
Cambios del flujo vaginal ¿a qué se debe?
Seguramente te habrá pasado, que un día al ir al baño, te has encontrado en tu braguita una gran cantidad de flujo muy acuoso y transparente, tanto que has llegado incluso a humedecer tu ropa interior. En cambio, alguna otra vez lo que te has encontrado es casi lo opuesto, flujo blanquecino y espeso, o incluso con una especie de grumos…¿Te ha pasado, verdad?
Bueno pues eso es absolutamente normal. Tiene que ver con tu ciclo menstrual y según estés en una u otra fase, el flujo vaginal es diferente. Sin ir más lejos, generalmente las mujeres solemos segregar más flujo vaginal durante la ovulación, y suele disminuir hacia el final del ciclo, cuando nos aproximamos a la regla.
Pero cuidado, no todas las mujeres lo aprecian igual. En unas es mucho más perceptible que en otras. Pero eso, no quiere decir que haya algún tipo de problema, en ningún caso. Por ejemplo, en pacientes que están tomando anticonceptivos hormonales y no están ovulando, notas menos cambios en su flujo, suelen tener menos flujo de forma general y no notan cambios en las diferentes fases del ciclo.
La importancia del flujo a la hora de quedarte embarazada
Si estás pensando en quedarte embarazada debes saber que el flujo vaginal sí influye y bastante. De hecho puede ser un indicativo de cuándo está cerca tu próxima ovulación.
Y ¿por qué digo que el flujo influye en un posible embarazo? Pues porque cuando nos encontramos en la fase del ciclo menstrual en el que nuestro flujo es muy espeso y de textura cremosa, los espermatozoides encontrarán dificultades para llegar al óvulo y por tanto, las probabilidades de embarazo disminuyen. En cambio, si nuestro flujo es transparente y pegajoso (tipo la clara de un huevo) es el mejor momento para mantener relaciones, pues es en este tipo de moco vaginal donde los espermatozoides se mueven con mayor facilidad.
Tipos de flujo vaginal según el color
Vamos a ver ahora qué podemos intuir según el color de nuestro flujo vaginal:
- Flujo marrón: En la mayoría de los casos, el color marrón significa que contiene restos de sangre o sangre coagulada. El origen puede ser diverso: restos de la regla, la implantación de embrión en el útero (se produce unos días antes de que te baje la regla), una infección, un embarazo ectópico, un tumor ginecológico etc. En cualquier caso, no te asustes. Si es la primera vez que te pasa, espera unos días y analiza cuándo has tenido ese flujo. Si ha sido dos días después de que termine la regla, pueden ser restos de menstruación. Si te pasa a menudo, o además del flujo, sientes dolor, escozor o un olor fuerte, acude a tu ginecóloga para salir de dudas.
- Flujo en tono amarillento: Por lo general, el flujo de color amarillento revela una infección, especialmente si va acompañado de un olor muy fuerte, rojeces o picazón. En estos casos, se requiere tratamiento, para atajar la infección y disminuir las molestias.
- Flujo blanco: el flujo blancuzco o transparente es el más habitual y síntoma de una vagina sana.
Espero que esta entrada te haya servido para aprender un poco más sobre tu cuerpo y, concretamente, sobre la función del flujo vaginal.
Nos vemos pronto y ya sabes…si te ha resultado interesante, no dudes en compartir.
Fuente imagen: mejorconsalud.com