A lo largo de nuestra vida, las mujeres sufriremos, casi con total seguridad, algún tipo de infección vaginal. Hay de diferentes tipologías según sea el origen, pero una de las más habituales -alrededor del 20-30%- es la infección por candidiasis. Otra forma común de llamar a esta enfermedad es vulvovaginitis por cándida y suele ser más frecuente en mujeres embarazadas o durante el verano -debido al calor y al uso de bañadores mojados- . Por cierto, que alrededor de un 5% de las mujeres la sufren de forma recurrente.
Qué es es la candidiasis vaginal
Como digo, la candidiasis vaginal es una infección ginecológica que tiene su causa en el hongo cándida, sobre todo en la variante cándida albicans. Este hongo se encuentra de forma habitual en el cuerpo -tanto en hombres como en mujeres- en zonas como la boca, la piel o la vagina, pero lo que provoca la infección y la sintomatología, es un aumento repentino de este microorganismo.
Este incremento inesperado de la cándida puede deberse a ciertos factores como por ejemplo:
- Estar ingiriendo antibióticos, ya que el consumo de este fármaco elimina ciertas bacterias que ayudan a controlar el crecimiento del hongo cándida. De hecho, existen estudios que afirman que entre el 20 y 25% de mujeres que toman antibióticos de amplio espectro acaban sufriendo esta infección.
- Ser diabético.
- Los cambios hormonales. Por eso, las mujeres embarazadas o en fase menopáusica tiene más probabilidades de coger esta infección.
- Padecer enfermedades como el VIH, que debilitan el sistema inmunológico.
- Los anticonceptivos intravaginales como el diafragma u orales, ya que alteran el ph vaginal y favorece la infección.
- La utilización de algunos productos de aseo como por ejemplo jabones y geles que alteran el ph de la mucosa vaginal.
Además de estos factores, existen otros como llevar ropa excesivamente ajustada o estar con el bañador o el bikini mojado durante un tiempo prolongado, ya que la humedad y el calor hace que aumente el crecimiento del hongo.
Síntomas más comunes de la candidiasis vaginal
Los síntomas de la vulvovaginitis por cándida pueden variar pero los más habituales son:
- Prurito vulvar o picor vaginal: quizá este sea uno de los rasgos más característicos de la infección por cándida. Un molesto y constante picor en el interior y alrededor de la zona vaginal.
- Enrojecimiento de la vulva.
- Aparición de flujo vaginal anormal.
- Molestias y/o dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia).
Como os decía al comienzo de este artículo, hay numerosos tipos de infecciones vaginales con sintomatologías similares (picores, ardor, enrojecimiento), por eso para poder descartar o confirmar que una paciente padece vulvovaginitis hay que recurrir a pruebas como la citología gracias a la cual podemos analizar el flujo vaginal.
Tratamiento
Para tratar la candidiasis vulvovaginal lo más habitual es recurrir a fármacos antifúngicos con componentes que incluyen nistatina, miconazol o clotrimazol.
Estos medicamentos se presentan en forma de cremas, óvulos y pastillas de vía oral. Normalmente, se utilizan de forma complementaria, ya que las cremas sirven para tratar el picor externo y los óvulos (una pastilla que se introduce en el interior de la vagina), trata las molestias internas. Además, según los casos, recetamos a las pacientes, fármacos por vía oral, para intentar prevenir los episodios recurrentes de la candidiasis crónica.
Conclusión
La vulvovaginitis puede ser muy incómoda pero no es una enfermedad que revista gravedad. Eso sí, como todo hay que consultar con un especialista para te indique qué padeces de verdad -no lo que crees que puedes tener- y qué tratamiento seguir de forma correcta.